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TU VERDAD

  • Foto del escritor: R.
    R.
  • 2 nov 2020
  • 5 Min. de lectura

Hablamos de que la mejor relación es la que mantenemos con nuestros mejores amigos, por la sinceridad que representa, por poder ser uno mismo, poder sentir y pensar sin cambios, sin máscaras. Justamente eso implica verdad, transparencia, vulnerabilidad, miedo, entrega, cambios constantes. Sin nuestra exposición de lo que sentimos, no hay relación sincera, no hay mejores amigos, no hay verdad y esa relación se contaminará, se irá dañando, por las emociones que nos guardamos dentro de nosotros mismos. Por el miedo a compartir, a enfrentar, a caminar sin filtros, sin disfraz, solo siendo y sintiendo.

Hemos creído que nos relacionamos con el resto de las personas por el mero hecho de la acción. Como si el "hacer por hacer" nos aportase algo más allá de "actuar". Justamente nos sentimos frustrados, deprimidos y/o estresados, porque no nos sentimos satisfechos. Las personas sienten que les falta algo, me siento incómodo, me siento diferente, siento que algo no está bien, “siento que”. Cuando algo nos preocupa, nos "llama la atención" decimos “siento que”... ME SIENTO BIEN O ME SIENTO MAL. Dale un sentido a tu vida! ¡SIÉNTELA!

¿Cuál es el tema? podemos pensar en cualquier cosa, podemos decir cualquier cosa, podemos incluso hacer creer a cualquiera lo que consideremos en ese momento, pero no podemos sentir cualquier cosa. No podemos sentir amor cuando queremos, por quien queremos, no podemos sentir esa felicidad, esa risa y esa emoción de aquel momento, aquel recuerdo. Entonces si es lo único que nos viene dado, ¿Por qué seguimos pensando que la mente controla? El pensamiento no crea la realidad, es la sensación que le da sentido, que le da energía, que le da vida. Porque si no sientes, estás muerto en vida.

Hemos creado una sociedad controlada por el tiempo y llena de falsos egos. A lo largo de toda la evolución humana, hemos desarrollado el nivel mental y físico, dejando atrás el emocional y espiritual. Hemos distorsionado la realidad de lo que somos por miedo a perder el control, cuando en realidad no tenemos control de nosotros mismos, ni de la mayoría de cosas importantes si lo meditamos conscientemente. La vida se da con o sin nosotros, nuestro corazón late independientemente de nuestro control, el sol sale y el viento sopla. ¿Por qué creemos que tenemos el control? ¿De qué tenemos el control?

Si no somos conscientes de lo que sentimos y nos contradecimos, ocultamos o mentimos, perderemos la capacidad de sentir la verdadera emoción, alegría, paz, felicidad, etc. Nos frustraremos, estaremos enfadados sin saber porque, nos sentiremos ansiosos, estresados, como si siempre faltase algo o como si no encajasen las piezas del todo.

Leí hace tiempo en un libro de Osho un ejemplo que me encantaría compartir para entender la importancia de sentir:

"... un hombre recibe un balazo en la garganta y le tienen que hacer un conducto pequeño junto al estómago, con un tubo hacia afuera. Para comer introducía la comida por el tubo, pero no sentía nada más allá de que algo pasaba por el tubo. Eso le enfurecía, ¿De qué le servía comer si no sentía nada? El médico le sugirió que entonces probase siempre la comida y luego la pasase por el tubo. Primero lo masticaba y saboreaba para luego pasarlo por el tubo, ya que cumple la misma función que el tubo que todos tenemos bajo la piel, la diferencia es que el suyo era artificial y externo."

Con esto vemos que el cuerpo es una máquina más, la más compleja e importante del mundo, no sabemos aún cómo replicar un sistema digestivo como el del cuerpo humano. Imagina que metemos en una máquina todo tipo de comida, aire, bebida, etc. y eso automáticamente digiere, distribuye, selecciona, filtra, etc. algunas vitaminas para el cerebro, un poco de proteína para los músculos y así se va distribuyendo todo lo esencial para cada parte del cuerpo... Tan relevante y a la vez tan poco tomado en cuenta.

Veo que a veces es más importante hacer la foto para Instagram que sentir y disfrutar la comida, es más importante la presentación, el lugar, el día, etc. antes que la propia comida, los comentarios de la foto que no te comes en vez de la conversación con las personas con las que compartes la mesa, incluso preferimos que nos agradezcan por esa foto, por esa recomendación que agradecer nosotros por tener la oportunidad de disfrutar de ese momento. Nos hemos olvidado del interior por lo exterior. Nos gusta ver las cosas aparentemente bonitas, alegres y felices, aunque por dentro estén podridas, amargadas, con odio y llenas de miedo. Al final, vivimos de las apariencias en este mundo, comida bonita que no alimenta, cuerpos esculturales de plástico, vacíos por dentro, conversaciones sin sentido, sin verdad ni amor, risas falsas, máscaras y maquillajes para no mostrar nuestra realidad. No te niegues, no te mientas, cada vez que te ocultas, cubres de oscuridad el sol que ilumina tu corazón.

Vivimos en el mundo de la transformación, todo se puede, todo se conecta, todo se sabe, pero no hay conciencia, no hay verdad, no hay amor. Creemos que amamos las cosas, las carcasas y las cubiertas para darnos cuenta de que eso no nos llena, no es amor. Porque no amamos la esencia, lo que hay dentro. Lo que hace que la existencia valga, es que sintamos. Si no sientes, no vives. Siento, luego existo. Podemos pensar lo que queramos, pero nunca sentirlo. Entonces, ¿Qué sentido tiene no sentir?

Desde el momento en el que tenemos que estar limitándonos para no ser lo que sentimos, para no decir lo que queremos decir, cómo lo queremos decir, nos ponemos un freno que además nos hace daño. Porque no es un canalizador de velocidad, sino que estamos modificando nuestra realidad, nuestra verdad.. Yo siento que quiero decir "me gusta" pero por miedo a exponerme pienso en decir "no me gusta". Controlamos, limitamos y transformamos constantemente lo que somos y luego nos preguntamos ¿Qué hago para sentirme mejor? Deja de mentirte

Siéntate, siéntete y solo siente. Respira tu sensación, respira suave y profundamente.

1. Toma todo el aire que puedas, lentamente, y conscientemente. Solo concéntrate en respirar lento y profundo, una y otra vez. Piensa en sentir como entra el aire y te llena el cuerpo de energía, y como sale el aire y todo se limpia.

2. Sé consciente de ti mismo. (¿Qué sientes? ¿Qué piensas? ¿Qué quieres?) pero no por los demás, por ti, por tu amor. ¿Qué es lo que te hace sentir en paz, amor, estar en equilibrio? ¿Qué haces por ti y para ti?

3. Toma aire y respira esa sensación, ese pensamiento. Trae a tu momento de ahora, ese recuerdo, esa imagen que es tuya, para ti y por ti. Obsérvala y llénate de ella.

Te has preguntado ¿Cuántas veces en la semana haces algo similar? ¿Cuántas veces eres consciente de ti mismo y de tu vida durante el día? ¿en la semana?

Sé tu verdad, conócete y pasa tiempo contigo para poder relacionarte con la verdad de los demás.


1 Comment


teresayos
Nov 23, 2020

Precioso

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