DUALIDAD
- R.
- 22 nov 2020
- 5 Min. de lectura
Vivimos en tiempos privilegiados a nivel de despertar las almas, pero no tan fáciles en relación a nuestro cuerpo y mente. Hemos desarrollado el nivel mental y físico, mientras nos hemos olvidado de lo emocional (sensaciones, conexión espiritual).
Hemos olvidado que todo está en nosotros, nos dedicamos a buscar fuera, y lo único que debemos hacer es recordar.
Existe en todos nosotros una dualidad que altera el orden natural de las energías femeninas y masculinas y que está destruyendo las relaciones humanas. Creemos que debemos tener dos versiones, la buena y la mala, la femenina y la masculina, el frío y el calor, cuando en realidad somos uno, no hay partes divididas, no hay separación más bien todo lo contrario, la unión hace la fuerza. Hay emociones, sensaciones, pensamientos, etc. que nos hacen creer que tenemos personalidades, formas de ser diferentes y eso nos hace crear versiones de nosotros mismos, nos sentimos inseguros, dudamos y eso nos hace ocultar, maquillar y/o cambiar quienes somos.
No podemos dejar de ser, hay que aceptar lo que sentimos, sea más masculino o femenino, sean sensaciones de amor o de odio, sea lo que sea que sentimos debemos dejar que así se sienta y se asiente. Observar qué nos hace sentir ese momento, ser consciente, analizar el motivo por el cual nos vemos afectados por esa sensación (sin un juicio, solo observemos, como si nos viésemos desde fuera) y aceptar que así somos, para poder aprender y canalizar. La sensación no es mala, lo único malo es la acción que tomamos mientras sentimos. Si aprendemos a sentir, aceptar y procesar, nuestra mente nos ayudará a tomar las decisiones correctas respecto a la sensación del momento.
Es un reto para ambos géneros sobreponerse a esta evolución de lucha y encontrar el equilibrio de la energía que implica ir más allá de la dualidad hacia la unión. Desde el momento en que nos comparamos empieza el error, no hay mejor ni peor, más o menos, solo hay. Si cada uno acepta la persona que es, las sensaciones que tiene, no habrá diferencia entre hombres, mujeres, niños o animales, al final cada uno actúa en función a lo que siente, piensa y es, si eso se hace y nace desde el amor, nunca estaremos mal y no tendremos que preocuparnos por nuestras acciones, engañar, ocultar o bloquearnos.
La idea es complementarse unos a otros, lo que veamos en otra persona que nosotros no tenemos, debe hacernos un bien para aprender, no un mal para comparar, tener envidia, rabia u odiar en algunos casos. La vida de cada persona no es nuestra, no podemos juzgar viendo solo una pequeña parte de lo que esa persona es y ha experimentado, juzgamos al resto en base a la opinión de otras personas, a sus gustos, a sus relaciones, a su color y demás tonterías que solo demuestran la inseguridad con la que la gente vive.
Cada sensación experimentada en la persona es única, y eso debe ser algo más consciente en cada uno de nosotros. Porque cuando alguien te dice, que está triste por lo que sea y tu no lo entiendes, justamente es porque no tienes que entender nada, no puedes entender lo que otra persona siente. Cuando decimos “te entiendo” en realidad, sólo estamos comparando, desde nuestra perspectiva, capacidad de sensación, empatía y compasión, pero igual es solo eso. De manera que debemos aprender a relacionarnos, sin entender lo que otro siente, sino intentando sentir con, compartir ese momento. Eso liberará parte de esa tristeza, o energía que deba ser liberada entre ambas personas. Sin entender, sin controlar, desde el amor que se comparte. Si lo hacemos sinceramente y desde el corazón, la energía que se creará será pura, será liberadora y nos ayudará a sentirnos en paz, en felicidad y en armonía armonía. Incluso estando triste y llorando, se podrán sentir la paz, la felicidad, el amor de lo que está sucediendo, porque la mente no está juzgando, entendiendo.
Vivimos ahora en un mundo que ha cambiado totalmente en pocos meses. Nos han demostrado que nada valía como creíamos. Nos siguen demostrando que no tenemos el control de absolutamente nada. Todas las personas con mascarillas, con miedo, encerradas en sus casas por un virus. Tanta tecnología, tanta evolución a lo largo de los años, tantas muertes, guerras y demás luchas de poder para que el mundo cada vez esté más destruido, las personas más separadas, con más miedo. Nos han anulado a tal nivel, que ni la cara nos podemos ver. La gente se cambia de acera, se encierran, se ponen alcohol 300 veces como si eso cambiase algo de lo que estamos viviendo. Nos hemos destruido nosotros, porque hemos destruido todo lo que había a nuestro alrededor. La gente come mal, muy mal, piensa negativamente, siente negativamente, se relaciona con cualquier persona por el fin que sea, y no nos damos cuenta de que solo nos hacemos daños a nosotros mismos. Es como la situación de estas semanas en Perú, se van a pegar y matar entre las mismas personas que no están de acuerdo con lo que está pasando, qué están buscando una solución. Creo que la violencia, jamás ha solucionado nada, más bien todo lo contrario. Si no tuviésemos miles de ejemplos en la historia en los que ver los buenos resultados del odio y la rabia entendería esa postura, pero a estas alturas de partido… seamos más conscientes de lo que genera y causa lo que hacemos.
¿Cómo podemos ser tan incoherentes e hipócritas? los que matan y mueren son los mismos. Los responsables de lo que pasa siguen en sus casas, en sus coches de lujo blindados, con seguridad privada que les permite no hacer colas, ni tráfico. ¿Queremos que las cosas cambien? cambiemos cada uno de nosotros, individualmente, sin esperar que el resto lo haga. ¿Quieres limpieza? no ensucies los lugares a los que vayas, limpia cuando puedas, se limpio contigo en todos los sentidos y así lo podrás ser con los demás. ¿Quieres respeto? respétate tú, no te mientas ni mientas, no niegues el amor, no traiciones, no te aproveches. Y así con todo en tu vida. Cada excusa, cada respuesta de “cuando tú lo hagas”, “cuando el resto lo haga”, “¿y por qué yo?” solo hace que todos estemos esperando. Y la esperanza puede parecer maravillosa, pero llevamos miles de años esperando. ¿Quieres que las cosas cambien? ¿Quieres sentir paz y amor en tu vida? Escúchate, siéntete y no dejes que lo de fuera te haga actuar en contra de ti y de los demás.
Para acabar os dejo con un mini cuento que refleja perfectamente que compartir lo mejor de ti, hace que todo tenga más amor y belleza.
Un agricultor tenía el mejor cultivo de maíz, cada año llevaba su maíz a la feria del estado donde lo galardonaban. Un año un periodista lo entrevistó y se enteró de algo interesante acerca de cómo cultivaba su maíz. El reportero descubrió que el agricultor compartía su semilla de maíz con sus vecinos.
"Cómo puede darse el lujo de compartir sus mejores semillas de maíz con sus vecinos cuando están entrando en competencia con la suya cada año? Por qué lo hace señor?" Preguntó el reportero.
El granjero respondió: "Porque el viento recoge el polen del maíz maduro y lo mezcla de campo en campo. Si mis vecinos cultivan maíz inferior, la polinización cruzada degradará de manera constante la calidad de mi maíz. Si quiero cultivar buen maíz debo ayudar a mis vecinos a cultivar maíz bueno también."
Así es con nuestras vidas...

Brillante! Gracias por compartir esto, por el esfuerzo para ti y por el mensaje tan maravilloso que trasmite.
Maravilloso, respetuoso y acertado. Gracias